Lo que creemos

NUESTRA MISIÓN

Nuestra Fuerte Esperanza producirá y distribuirá materiales prácticos para ayudar a las personas a crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo y a encontrar la libertad que solo Él puede proporcionar.

NUESTRA VISIÓN

Nuestra Fuerte Esperanza será una expresión clara y reconfortante del amor, la gracia, la vida y el aliento de Dios para las personas heridas, confundidas, cansadas y temerosas de todo el mundo.

NUESTRA DECLARACIÓN DE FE

Inspiración verbal de la Biblia
Creemos que las Sagradas Escrituras, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, son inspiradas verbalmente por Dios en los manuscritos originales; infalible, sin errores e inspirada por Dios, una regla perfecta para llenarnos de fe y ponerla en práctica.

El Señor Jesucristo
Creemos que Dios, el Hijo, que siempre ha existido, se hizo hombre (sin disminuir Su deidad) por nacimiento virginal a través de María. Vivió una vida sin pecado y como el Dios hecho hombre e infinito, tomó sobre Sí mismo los pecados de todos los hombres, murió en su lugar y satisfizo a Dios con respecto a sus pecados. Además, creemos en la resurrección literal y física de Jesucristo de entre los muertos. Luego fue ascendido y exaltado a la diestra de Dios como el gran Sumo Sacerdote de todos los creyentes.

El Espíritu Santo
Creemos que el Espíritu Santo es una persona divina, que convence al mundo de pecado, justicia y juicio. Él es el agente sobrenatural en la regeneración, bautizando a todos los creyentes en el cuerpo de Cristo, morando en ellos y sellándolos para el día de la redención. Su ministerio actual para los creyentes también incluye empoderar, enseñar y conducir a toda la verdad.

Hombre
Creemos que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, pero que con el pecado de Adán, la raza cayó, heredó una naturaleza pecaminosa y se alejó de Dios; y ese hombre es totalmente depravado y, por sí mismo, es absolutamente incapaz de remediar su condición perdida.

Salvación
Creemos que la salvación es el regalo de Dios traído al hombre por gracia (no por obras) y recibido por la fe personal en el Señor Jesucristo, cuya sangre preciosa fue derramada en el Calvario para el perdón de los pecados. Al recibir la salvación, la persona recibe la vida eterna y se convierte en participante de la vida de Cristo. Se convierte en una nueva criatura y obtiene una nueva identidad como hijo de Dios.

Seguridad eterna
Creemos que todos los que han llegado a confiar en la obra de Cristo para su salvación nunca perderán esta relación.

Diablo y demonios
Creemos que Satanás es una persona que es ayudada por una multitud de seres espirituales malignos llamados demonios. Su diseño es destruir a los creyentes, sus hogares y sus iglesias, cegando a los perdidos al Evangelio. Todo creyente está sujeto a su ataque, pero puede ser victorioso a través de Jesucristo.

Santificación
Cada creyente que participaba de la vida eterna (la vida de Cristo) estaba unido con Cristo y, por lo tanto, fue crucificado, sepultado, resucitado y entronizado espiritualmente con Cristo. El viejo hombre murió en este momento. Los resultados de la co-crucifixión deben convertirse en una realidad experiencial para cada creyente, ya que elige caminar en el Espíritu y no en la carne si quiere caminar en victoria. La santificación, entonces, es Cristo viviendo Su vida a través del creyente. Esto no es enseñar pasividad, perfección sin pecado o deificación del hombre.